¡Cómo no voy a querer
a la luz de la luna en el amanecer,
al cielo y la Tierra y a todo el universo!
¡Como no voy a querer
a la flor de la vida
y a la hermana de Dios!
¡Como no voy a querer
a quien con sus caricias
me robo el corazón!
La quiero como nadie lo ha hecho jamás
como los peces quieren al agua
y las nubes al cielo.
La quiero, la quiero.
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